viernes, 15 de julio de 2016

Esgrafiados en el Monasterio del Olivar

 En este trabajo realizamos la restauración de la cripta de la Virgen del Olivar en el Monasterio del Olivar en Estercuel (Teruel) con esgrafiados.



 Esta es la panorámica de la cripta, con un arco principal de medio punto rebajado en el centro y dos arcos más pequeños a ambos lados.
 La obra de ladrillo, piedra y yeso estaba bastante deteriorada por las humedades ya que se trata de un recinto subterráneo con varios siglos de vida.


 En la primera parte del proceso hubo que picar y sanear bien todos los paramentos. Aquí ya se ve cómo tras cargar algunas masas y capas, los soportes comienzan a regularizarse y a recuperar buen aspecto.



 En esta tercera panorámica ya lo vemos terminado con los colores elegidos aunque aún en proceso de secado, por lo que aún se aprecian las aguas. Debido a la ubicación de la estancia el trabajo requirió bastante tiempo para que se secara por completo.



 Para empezar dispusimos todo el material del tajo en la misma puerta del Monasterio, con nuestra propia cal y bidones.


 Extendimos las masas con las primeras cargas sobre una base que regularizó todos los soportes de enfoscado mixto de cal.






 Aquí haciendo ya los cortes del esgrafiado en el fondo del arco central, donde va colocada la imagen de la Virgen.

 Detalle del acabado. Los colores elegidos fueron azul ultramar para los motivos esgrafiados sobre un fondo liso color sombra verdosa natural.



 En las siguientes se aprecia también el detalle del escudo de la Orden de los Mercedarios, la comunidad de religiosos que cuidan del Monasterio de Estercuel, y la vista final del recinto ya con la iluminación instalada. 

 La  imagen de la Virgen del Olivar se colocó en el arco central y los arcos laterales se vistieron con baldas de cristal con reliquias.

 A la cripta se accede por unas escaleras situadas justo bajo el retablo principal del Monasterio, que contiene una imagen románica de la virgen con una singular cabeza, una reproducción muy valorada realizada por Pablo Serrano después del saqueo del 36.

 No queremos terminar este artículo sin hacer mención especial al padre Ignacio, el fraile encargado del monasterio y que siendo también aparejador, le gustaba revisar la obra todos los días. 
 A las 6:30 de la mañana ya nos tenía preparado el café y desayuno, nos guiaba amablemente hacia la zona de trabajo y regresaba a las 10 para obligarnos a soltar un rato las herramientas y tomarnos el bocadillo que nos traía a cada uno con nuestro nombre. 
 A la hora de la comida nos atendía igual de servicial e incluso participó en algunos trabajos en los que se nos echaba la noche encima llegando a veces hasta las 01:30h, como en el esgrafiado de la cripta. 

También nuestros sinceros agradecimientos a Oscar y Laura, de Pinturas Ginés Pastor que fue la empresa que nos contrató para realizar los trabajos y quienes también colaboraron.

¿Quieres conocer otro trabajo que hicimos en el Monasterio? pincha aquí para ver el mausoleo de estuco mármol para una de las capillas.

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